La Torre del reloj
En la Vila de Gracia, hay una torre muy especial que se alza en la plaza principal: la Torre del Reloj de los Símbolos del Zodiaco. Esta torre no es solo un marcador del tiempo; es un monumento en el que cada signo zodiacal tiene su lugar, esculpido en relieve alrededor del reloj. Para los habitantes de Gracia, la torre y su reloj tienen un significado místico y, según la leyenda, pueden influir en el destino de aquellos que los observan al dar la medianoche.
Y si de leyendas hablamos, el Sorollut, el personaje más bandarra de la Vila de Gracia, no podía dejar pasar esta misteriosa torre sin añadirle su propia magia y travesura.
La Historia del Sorollut y su Fascinación por la Torre del Reloj
El Sorollut, como era conocido, siempre fue el alma de la fiesta y el amo de las travesuras. Pero a diferencia de otros bromistas, tenía una conexión especial con la Torre del Reloj. Decía que cada signo del zodiaco en la torre era como un viejo amigo, y que el reloj mismo guardaba los secretos de quienes vivían en la Vila.
Un día, intrigado por la idea de que la torre y su reloj podían revelar el destino, el Sorollut decidió llevar a cabo una de sus travesuras más famosas y mágicas: haría que el reloj de la torre parase en el momento exacto de la medianoche, bajo el signo de Acuario, el suyo. Según él, esto permitiría a los vecinos vislumbrar algo de su futuro en el momento preciso en que el tiempo se «congelara».
La Noche de la Gran Travesura
La noche elegida fue una de primavera, cuando la plaza estaba llena de vecinos disfrutando del clima y el ambiente festivo de la Vila. El Sorollut se subió a la torre con su guitarra al hombro y un pequeño martillo en el bolsillo. No había nadie que pudiera detenerlo; los vecinos simplemente observaban, curiosos, riéndose y esperando qué ocurriría.
Cuando el reloj marcó las once y cincuenta y nueve, el Sorollut se puso en posición. Con un leve golpe, detuvo el mecanismo del reloj en la medianoche exacta, mientras la mano del segundero quedó perfectamente quieta, apuntando al símbolo de Acuario. En ese instante, un murmullo recorrió la plaza: los vecinos sentían que el aire estaba impregnado de una energía extraña y especial, como si el tiempo realmente se hubiese congelado.
Las Revelaciones del Zodiaco
Según la leyenda que nació esa noche, al detenerse el reloj, los signos zodiacales de la torre comenzaron a brillar levemente, uno por uno, como si compartieran secretos con los presentes. Los vecinos se sintieron de repente más conectados a sus propios signos:
- Los aries de la plaza sintieron un impulso de valentía.
- Los tauro tuvieron una sensación de tranquilidad, como si todo fuera a salir bien.
- Los géminis comenzaron a hablar animadamente, compartiendo ideas como nunca antes.
- Los cáncer miraban el cielo y sentían una oleada de emoción y nostalgia.
- Y así, cada signo parecía despertar algo en quienes estaban bajo su influencia.
El Sorollut observaba desde lo alto, encantado con su propia creación. Sabía que había hecho algo más que una simple travesura; había despertado algo especial en cada vecino, un sentido de pertenencia a sus raíces y su comunidad.
El Regalo del Sorollut a la Vila de Gracia
Cuando el reloj volvió a andar, exactamente un minuto después, la magia comenzó a disiparse, pero algo había cambiado en el ambiente. Desde aquella noche, los vecinos de Gracia comenzaron a ver la Torre del Reloj de los Símbolos del Zodiaco con otros ojos. La torre dejó de ser solo un monumento; se convirtió en una suerte de guardiana de la energía y la identidad de cada uno de ellos.
Cada año, en la misma fecha de aquella famosa travesura, los vecinos se reúnen alrededor de la torre para celebrar lo que llaman la Noche del Zodiaco en honor al Sorollut. La celebración se ha convertido en una tradición en la Vila de Gracia, donde cada signo recibe un homenaje especial y las personas vuelven a conectar con sus rasgos más auténticos. En el centro de la plaza, bajo la torre, se coloca una guitarra como símbolo de su legado.
Al final, el Sorollut se fue de la Vila, pero su espíritu bandarra y generoso quedó para siempre en la Torre del Reloj de los Símbolos del Zodiaco, y en la memoria de aquellos que vivieron una noche mágica y llena de secretos celestiales.